Blanco planea llevar a la música a poetas latinoamericanas

La cantante española declaró que investiga a algunas autoras con vistas a un proyecto en el que espera avanzar pronto.

   Sheila Blanco nació en Salamanca, en 1982, y acumula una cantidad notable de presentaciones con su obra dedicada a Las Sinsombrero, como se suele mencionar a las poetas de la Generación del 27 que no fueron conocidas en su momento y que recién ahora, casi un siglo después, están consiguiendo lugar en ediciones, obras teatrales y piezas musicales, como las que ella misma creó.

   A fines de abril la cantante se presentó en Berlín, convocada por la delegación del Instituto Cervantes en la ciudad alemana, en vísperas de un viaje a Colombia, para una actuación en el marco de la Feria del Libro de Bogotá.

   Respecto de ese viaje, declaró a la agencia EFE que ya había estado en Colombia en 2022 y que se interesó “por una poeta que estoy leyendo mucho y que me encanta, María Mercedes Carranza”, quien nació en Bogotá en 1945 y es muy recordada por su obra y a la vez por su acción como promotora cultural.

   En esta condición, Carranza contribuyó en 1986 a fundar la Casa de Poesía Silva, en Bogotá, institución que dirigió hasta su fallecimiento, en 2003.

   En la entrevista de la agencia, Blanco dijo que “es bastante plausible que haya un proyecto de poemas iberoamericanos” y, además de Carranza, expresó interés en la obra de la peruana Blanca Varela y de la argentina Alfonsina Storni, entre otras.

   Este interés por el diálogo entre poesía y música, relató, surgió cuando era niña y adolescente, porque en su casa se escuchaba música basada en poesía. Mencionó así a Joan Manuel Serrat con sus canciones con poemas de Antonio Machado y Miguel Hernández, y también a Paco Ibáñez y Amancio Prada.

   “Yo tengo esos referentes y siempre me gustó eso de levantar la poesía del papel y convertirla en canción –explicó-, porque la música tiene un poder que va más allá del papel y a la gente le llega el mensaje de otra manera, la poesía le llega de otra manera”.

   Agregó: “Escuchas con diez años ‘Caminante no hay camino, se hace camino al andar’, y escuchas ese melodía, y no te hace falta más. Ya después viene la intelectualidad. Ya después supe quién era Machado”.

   Ese es el intento también con las poetas de la Generación del 27, el de alcanzar “una recuperación” y lograr “un acto de justicia”. “Quiero que la gente disfrute de un legado que tenemos y del que no nos han contado, no ha estado en igualdad de condiciones la divulgación de la Generación del 27 femenina con la masculina”.

   La cantante relató que cuando comenzó a conocer la obra de esas poetas no podía creer que fueran casi desconocidas.

   Estos propósitos se fortalecieron en ella a medida que aumentaron las  publicaciones y cuando vio el documental “Las Sinsombrero”, de Tanio Balló.

   La película recuerda la situación que atravesaron Maruja Mallo y Margarita Manso, quienes en los años 20, de paseo por la Puerta del Sol  junto con Salvador Dalí y Federico García Lorca, se quitaron el sombrero para desafiar las convenciones de la época, con la excusa de que pudieran “brotar las ideas”. Otros paseantes los insultaron y apedrearon, intolerantes ante la acción.

   Ese documental, dijo Blanco, fue inspirador para ella, y las lecturas e investigaciones que hizo a continuación le permitieron no solo conocer a las poetas, sino también a creadoras de otras disciplinas de la Generación del 27.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *