La poeta, ensayista y traductora alerta sobre el estruendo y la saturación de mensajes que cercan a la vida contemporánea.
La escritora publicó recientemente una versión ampliada de “Alberca vacía”, un conjunto de textos ensayísticos que apareció por primera vez en 2019, editado por Argonáutica y la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Esta obra, en su versión ampliada, sigue enfocada en temas que la autora considera “inagotables”, y enumera: “Los animales, las albercas vacías, la fotografía”.
En la nueva edición añadió “algunas partes a los textos y también ensayos nuevos. Es un libro que se presta a la transformación. Yo creo que no voy a terminar de escribirlo nunca”.
Isabel Zapata nació en Ciudad de México, en 1984. Además de poeta y ensayista, es traductora y editora. En poesía publicó “Ventanas adentro”, en 2002; “Las noches son así”, 2018; y “Una ballena es un país”, 2019. Además de “Alberca vacía”, como ensayista publicó “In vitro”, en 2021.
Acerca de su relación con el universo de la palabra, dijo a Milenio que es bueno preguntarse “cómo conservamos lo que perdemos”, y respondió que una forma es mediante los libros subrayados, una práctica con la que recuperó contacto con la sensibilidad y la forma de ver el mundo de su madre, que murió hace 20 años.
Explicó que tiene libros de ella por leer, y que “de repente abro alguno y encuentro cosas que no sabía de ella, anotaciones o notas al margen que pudieron haber sido hechas hace 40 años, pero para mí representan algo que me está diciendo en un presente constante”. Agregó que se entabla una suerte de conversación que es “una forma del amor”.
Y entonces dijo: “Yo creo que hay una música en las palabras. En la poesía es muy evidente, porque los poemas son canciones por donde los veas”. Y también hay música en la narrativa y el ensayo. Por eso recomienda “leer los textos en voz alta, porque eso revela una textura y una tesitura que no se puede percibir en el silencio y en el papel”.
La publicación relata que uno de los textos del libro está dedicado a lo que la autora llama “síndrome del oído irritable”. Se refiere al estruendo permanente en la vida contemporáneo que atenta, dice, con la capacidad de concentración. También menciona que la saturación de contenidos mediáticos y el bombardeo de “productos culturales” que se contraponen con la lectura.
En su caso, dijo que se refugia en los textos que son de su gusto, es decir “seguir leyendo por placer”.
Por último, mencionó al poeta uruguayo Mario Benedetti. “Ahora es mal mirado citarlo, pero a mí me encanta el poema que habla sobre la defensa de la alegría. Ante un mundo tan jodido, tan lleno de malas noticias, en la literatura encuentro ese remanso que me permite decir: voy a defender esa alegría y el deseo de leer lo que quiero leer”.
La nota original está disponible en este vínculo:
https://www.milenio.com/cultura/laberinto/isabel-zapata-y-la-musica-de-las-palabras?