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  • Fernando Pessoa (Portugal) / Distrayendo a la razón

    Autopsicografía

    El poeta es un fingidor.
    Finge tan completamente
    que hasta finge que es dolor
    el dolor que en verdad siente.

    Y, en el dolor que han leído,
    a leer sus lectores vienen,
    no los dos que él ha tenido,
    sino sólo el que no tienen.

    Y así en la vida se mete,
    distrayendo a la razón,
    y gira, el tren de juguete
    que se llama el corazón.

    De aquí a poco acaba el día.
    Yo no hice nada.
    ¿Y qué cosa es lo que haría?
    Fuese cual fuese, equivocada.

    Muy pronto la noche viene,
    mas sin razón
    para aquel que sólo tiene
    que contar su corazón.

    Y tras la noche y dormir
    renace el día.
    Nada haré sino sentir.
    Pero ¿qué otra cosa haría?

    A veces, y el sueño es triste,
    en mis deseos existe
    lejanamente un país
    donde ser feliz consiste
    solamente en ser feliz.

    Se vive como se nace,
    sin querer y sin saber.
    En esa ilusión de ser,
    el tiempo muere y renace
    sin que se sienta correr.

    El sentir y el desear
    no existen en esa tierra.
    Y no es el amor amar
    en el país donde yerra
    mi lejano divagar.

    Ni se sueña ni se vive:
    es una infancia sin fin.
    Y parece que revive
    ese imposible jardín
    que con suavidad recibe.

    (Traducción de Ángel Crespo).

    Niebla

    Ni rey ni ley, ni paz ni guerra
    definen con perfil y ser
    ese opaco fulgor de tierra
    que es Portugal entristeciendo.
    Brillo sin luz y sin arder,
    como el que el fuego fatuo encierra.

    Ninguno sabe lo que quiere.
    No sabe nadie qué alma tiene,
    Ni qué es el mal ni qué es el bien.
    (¿Qué ansia distante cerca llora?)
    Todo es incierto y es postrero.
    Todo disperso, nada entero.
    Oh Portugal, hoy eres niebla…

    ¡Es la hora!

    Calma

    ¿Qué costa es que olas cuentan
    y encontrar no se puede
    por más naves que el mar tenga?
    ¿Qué es lo que encuentran las olas
    y nunca se ve surgiendo?
    Este son del mar playear
    ¿dónde es que está existiendo?

    Isla próxima y remota,
    que en los oídos persiste,
    para la vista no existe.
    ¿Qué nave, qué armada o flota
    puede encontrar el camino
    o playa en que el mar insiste,
    si está a la vista el mar solo?

    ¿Habrá en el espacio grietas
    que den hacia otro lado,
    y que, encontrada una de ellas,
    aquí, sin más que sargazo,
    surja una isla velada,
    el país afortunado
    que guarda al Rey desterrado
    en una vida encantada?

    (Traducción de Rodolfo Alonso).

    (Nació en Lisboa, en 1888. Es el poeta portugués más conocido y leído en el mundo y la influencia de su obra se extiende al menos por todo Occidente. Fue también narrador, ensayista, editor, traductor y crítico literario. Fue autor de una obra muy profusa, que firmó con su nombre y con la de decenas de heterónimos, entre los cuales los más conocidos son Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis. La búsqueda de certidumbre en la existencia, y a la vez la aceptación de la incertidumbre, son rasgos que recorren el conjunto de su obra, cuya originalidad -con la muy particular característica de los heterónimos- hace que sea uno de los autores más estudiados hasta el presente. Murió en la capital portuguesa, en 1935).

Declarada de interés cultural (2014)

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