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  • Ernestina Elorriaga (Argentina) / Acechados de azul eternidad

    Lastimada lengua

    Escondo la palabra
    sobre mi lastimada lengua
    en la sajadura de la llaga
    se enlaza a la entraña misma del silencio

    ¿Qué puede hacer la palabra
    si es como una piedra agobiada
    y la desolación es un cuchillo
    que le hurga la sangre?

    Y corro y vuelo y corro

    Los pasos
    de la niña que fui
    retornan a esa niña
    la buscan en el fondo de sus ojos

    Y corro y vuelo y corro

    ¡Ay madre!
    Dame a beber de tus manos de cielo
    y grita
    que no es cierta
    la noche sobre el pubis
    que no hay pájaros bajo la blusa

    Ni jaulas.

    Violencia VII

    Ay
    quémame
    pero hazme libre

    sácame de aquí

    Arrójame
    a la primera luz

    Al vientre de mi madre.

    Es este el sitio

    Este es el sitio exacto del durazno

    Aquí el almíbar se derrama en rayos
    Aquí las aves sedientas bajan a beber
    es por ser
    y de no ser
    también sería

    Nada nadie lo define

    Es el vahído de pumas heridos
    el rojo del hierro pasión en la fragua
    Eva danzando el sueño de la serpiente
    Adán y su agonía en el vientre de Eva
    es un descenso a los oscuros montes de una
    entrepierna
    es un ascenso
    al olor de la locura extracto de achiras
    la tarde donde se quema el ojo de la luz
    la ambrosía y la miel
    es mi sudor el que respiras

    en el sudor que ardoroso moja tus axilas
    me reconozco
    ungida en los secretos del mar
    ofreciendo mis pezones a los trinos del goce

    para arrebatar de tu cuerpo
    el alarido atávico
    del inicio.

    Allá se reconoce

    La mujer sostiene en sus manos el atardecer
    celoso de la lluvia que la moja sin pausas
    Tiembla el otoño en el pliegue de sus párpados

    Piensa
    en el peso del recuerdo
    en la oscura boca del regreso
    aguzando sus dientes intentando acallarla
    pudo más
    continuó su viaje donde los árboles
    donde los ceibos y sus óleos de rubor
    sus flores nuevas
    allá donde el misterio de lo que fue seguirá siendo
    allá donde es apenas una brisa
    su cuerpo pequeño y diminuto
    como un barrilete que extravió su vuelo

    allá se reconoce

    la mujer dice es aquí

    y a su soledad le empiezan a crecer alas.

    Barquito de papel

    La tierra
    añosa piedra apresada en la galaxia
    gira sin cesar en el espacio
    y gira la muerte
    y gira la vida en infinita elipse

    Y nosotros
    apenas sombra del filo de un cuchillo
    no sabemos qué hacer con los restos del amor
    en medio de la furia del océano

    Somos un barquito de papel
    acechados
    de azul eternidad.

    (Los poemas precedentes pertenecen a “Mi corazón es una perra huérfana”, colección de poesía Frutos de Fuego, Apócrifa, Villa María, Córdoba, Argentina. Ernestina Elorriaga nació
    en Darregueira, provincia de Buenos Aires, en 1954. Entre sus obras publicadas figuran “El miedo de una casa inexistente” y “La lengua de la noche”. Poemas suyos fueron incluidos en antologías en su país, en Colombia y España. Recibió varios reconocimientos, como una mención en el concurso de las Abuelas de Plaza de Mayo, de Argentina, en 2002. Fue finalista del Premio Internacional de Poesía en Paralelo Cero, de Ecuador, en la edición de 2019).

Declarada de interés cultural (2014)

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