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El mar siempre inspira: Poesía, fotografía, teatro y audiovisual
Se puso en marcha en Rota, Cádiz, Andalucía, el proyecto “Mar recomenzado”, con puesta escénica y edición de un libro.
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Adjudicado en España el premio de poesía “Alejandra Pizarnik”
Pilar Pedraza Pérez del Castillo, que tiene nacionalidad peruana y boliviana, obtuvo el reconocimiento por su obra “En libertad restringida”.
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Nuevo centro cultural en Granada dedicado a Federico García Lorca
Inauguración con la colocación de una placa, en lo que fue la casa de la familia del poeta y dramaturgo.
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Poesía palestina en un ciclo en Costa Rica
Una serie es transmitida por el canal de televisión de la Universidad local. Lecturas de poetas costarricenses, colombianos y guatemaltecos.
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La perversidad del capitalismo: poemas de Yolanda Castaño
En su libro más reciente, la poeta gallega enfoca exigencias económicas del sistema, que le dejan poco tiempo para escribir.
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César Vallejo, poeta de “la totalidad del género humano”
Así define el peruano Marco Martos a su compatriota, al que describe como poeta de la solidaridad y la esperanza.
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¿De qué manera lloramos esto?
ALBEIRO GUIRAL
Nana de la ausencia
Duérmete, luna gazatí,
duerme, espejo de arena de Cisjordania,
niño palestino,
niña del cántaro con flores.Mañana no habrá sol.
Mañana no habrá mar
(será tan amargo como el café de los difuntos).Duérmete, mínimo océano de luz,
los otros hijos de Sem han venido
como “un maestro de Alemania”.
Duérmete, canción del cántaro,
niña de sonrisa de plata.Mañana no estarás.
(Santa Rosa de Cabal, Colombia, 1986).
NATHALIE HANDAL
Pies pequeños
Una madre mira a otra
–un mar de pequeños cuerpos
quemados o decapitados
alrededor de ellas–
y pregunta,
¿De qué manera lloramos esto?(Nació en Haití, en el seno de una familia palestina).
(Traducción de Juan Carlos Villavicencio, en Vallejo and Company).MARÍA CASIRAGHI
Pájaro en campo de concentración
Vuela libre
en una vieja celda de Auschwitz
arma su nido
por donde entra el sol
en las rendijas de luz
porque no sabe que allí ha muerto una especie.Lleva y trae comida
al nido vacío
¿a quién alimenta?
¿con quién habla de noche?
Canta
solo
canta a pesar de los alambres
y su eco se expande por las duchas de gas
pasaron sesenta años desde el último hombre
al lado,
una montaña de pelos
y valijas que nunca volvieron a casa.¿Puedo sobrevivir, siendo pájaro, más arriba, menos
muerto?
Demasiado silencio
para un solo ser vivo.Quizás algo
del aire de su aire
se parezca al que inhalamos,
los vivos,
para no morir.A la larga
recordará la guerra.Pero ahora es mejor que no sepa.
Que no entienda por qué
cada vez que amanece
su nido se enfría.(Buenos Aires, 1977).
WISLAWA SZYMBORSKA
Cierta gente
Cierta gente huyendo de otra gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo cierta nubes.Dejando atrás sus todos respectivos,
campos sembrados, ciertas gallinas, perros,
espejos en los que ahora sólo el fuego se contempla.Llevan a la espalda hatillos y cántaros
día tras día más pesados, cuanto más vacíos.El agotamiento de alguien tiene lugar en silencio,
el arrancamiento a alguien de su pan en el tumulto
y el acunamiento del niño muerto de alguien.Ante ellos un incesante “por aquí no”,
no es ése el puente que necesitan
sobre un río extrañamente rosado.
Alrededor unos disparos, a veces más cerca, a veces más lejos,
en lo alto un avión que parece dar vueltas.Vendría bien alguna invisibilidad,
alguna oscura pedregosidad,
y aún mejor un no-haber-sido
por un tiempo breve e incluso largo.Algo todavía ocurrirá, pero dónde y qué.
Alguien saldrá a su encuentro, pero cuándo, quién,
desempeñando qué papel y con qué intenciones.
Si tiene elección,
quizás no quiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida por delante.(Prowent -actualmente Kornik-, 1923-Cracovia, 2012).
VIOLETA PARRA
Qué dirá el Santo Padre
Miren cómo nos hablan de libertad
cuando de ella nos privan en realidad
Miren como pregonan tranquilidad
cuando nos atormenta la autoridad
¿Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma
que le están degollando a sus palomasMiren cómo nos hablan del paraíso
cuando nos llueven balas como granizo
Miren en el entusiasmo con la sentencia
sabiendo que mataban a la inocencia.El que oficia la muerte como un verdugo
tranquilo está tomando su desayuno.
Lindo se dará el trigo por los sembra’o,
regado con tu sangre, Julián Grimau.
Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma
que le están degollando a sus palomasEntre más injusticia, señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma para cantar.
Con esto se pusieron la soga al cuello,
el sexto mandamiento no tiene sello.
Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma
que le están degollando a sus palomas(San Carlos, 1917-La Reina, Santiago de Chile, 1967).