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Poesía del sur de Chile a 50 años del golpe
Ediciones de la Universidad Austral de Chile publicó una compilación que da a conocer testimonios de poetas de varias generaciones.
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Poesía, “aproximación a lo humano”, dice Basilio Sánchez
El autor español desestima que pueda cambiar las estructuras sociales, aunque sí a quien la escribe y quien la lee.
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Ensayo sobre Teresa de Jesús en México
La obra sobre la religiosa y poeta española del siglo XVI es reedición del trabajo publicado por Olvido García Valdés.
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Poesía de “lugares que habitamos”, postula el español Baldo Ramos
Sin reclamar reivindicaciones específicas, el autor se define a favor de un compromiso, aunque sin que llegue a ser “anecdótico”.
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El chileno Quezada fue premiado en México
Obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. La organización recibió 560 obras, de las cuales cuatro fueron finalistas.
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Rescate en España de las “madres poéticas”
Publicadas antologías de autoras de los siglos XVI, XVII y XVIII, discriminadas en su tiempo y que ahora son desconocidas.
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Amparo Osorio (Colombia) / Pasa la sombra
Igual muere la huella
El viento esculpe rostros
y tú que vigilas la hierba
desconoces ahora los indicios
de toda eternidad.
Fuera de ti
no hay raíces posibles.
¿Cómo nombrarte
sin que crezca la muerte?Derrumbe
Se acumulan los días, los años
la erosión de la vida
nos echa encima su balandra y vamos
hacia el despeñadero.
Pasa la sombra… pasa y mira
y vuelve a acomodarse.
Una luz de farol bordea la penumbra.
Es la ciudad: me digo.
La sombra se adelanta
no quiere compartir mis pensamientos
pero lee la esquina, los escombros
los pasos solitarios y el eco de esos pasos
mucho antes que sorprendan a mi cuerpo.
El funerario pájaro del tiempo
aletea en el aire.
Las ruinas del amor se precipitan.
Quiero cerrar los ojos.
Quiero
que sólo el viento pase
y nos lea el poema de la errancia,
que nos diga al oído
sobre la honda pena que hoy irrumpe
en el alma del saxo.
que el viento,
SÓLO EL VIENTO…Estación profética
Crepúsculos ajenos
destinos vanos
presentes irreales¡Desperdicio!
Nada pueden mis ojos cambiar.
Ni las palabras dichas o calladas
ni el rostro de la muerte
inventariado en los pliegues de la sombra.Olvidos. Cientos de olvidos
y húmedas crisálidas
—guardianas de las tumbas—
avanzan a pesar de mi sollozo.Se cumplen los relojes
con su cuota de espanto.En secreto
¿Por quién canta la oscura caracola
y su polvo de siglos
por qué persiste aún?Hemos partido tantas veces
bajo el breve temblor de las estrellas
que huir de nuevo
es sólo más camino.No se parte.
Nunca se parte
se regresa siempre.Dispersión de ceniza
Polvo que vuelve al polvo
con las manos abiertas.
Ya no cabe en el cielo
la soledad de párpados.Muda y vacía
en ti yace la tierra.Tierra de escombros
implacable ultrajey el alto azul
lejano.Edades antiguas
Con tres heridas viene:
la de la vida, la del amor, la de la muerte
Miguel HernándezEn otros años sólo
moríamos de amorAhora son tiempos
de amapola y memoria…Se muere de pavor
de exilios
de traiciones.(Nació en Bogotá, en 1952. Publicó “Gota ebria”, en 1987; “Territorio de máscaras”, 1990; “Migración de la ceniza”, 1998; “Antología esencial”, con ediciones en 2001, 2004 y 2006; “Memoria absuelta”, 2004; “Oscura música”, 2013; y “La caída interior”, 2017. Es también narradora y ensayista. Poemas suyos fueron traducidos al alemán, árabe, francés, inglés, portugués, ruso y otras lenguas. Preside la Fundación Literaria Común Presencia, que se dedica a la investigación y difusión cultural. Fue directora de la colección de poesía La Voz Visible, entre otras actividades).