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Hay que arriesgar, una exhortación a creadores jóvenes
El mensaje parte de las Islas Canarias por parte de un grupo de poetas congregadas con el nombre Generación 21.
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La “soledad luminosa” emerge en la poesía de Antonio Gamoneda
José Antonio Santano, también poeta, dice que leer a su compatriota lleva a “sentir la inmensa conmoción de su palabra”.
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Acuerdo para crear en Chile un polo “artístico-educativo”
La Universidad de Chile y el Centro Cultural Gabriela Mistral, que tiene sede en Santiago, firmaron un convenio de colaboración.
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Naturaleza y condición humana: poemas premiados en España
Luis Bravo (Madrid, 1994) se adjudicó el Premio de Poesía Pablo García Baena, convocado por la editorial Cántico, de Córdoba.
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Homenaje en Buenos Aires: “Neruda nos devolvía a lo nuestro”
La actividad fue organizada por la Embajada de Chile. Recordación del encuentro en la capital argentina con Federico García Lorca.
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Poesía en medio de la destrucción, postula la palestina Adania Shibli
La escritora advierte que las fronteras y límites territoriales son contrarias al movimiento humano, que es una forma de vida.
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José García Obrero (España) / Surcos de ceniza
Desarraigo
Nos refleja el cristal del desarraigo;
volvemos al niño aquel que rompe espigas,
que arroja sus preguntas hacia el aire
y le llueven sin fuerza y sin respuestas.
El rastro de las horas, desde entonces,
solo conduce al aura del silencio,
al frío que detiene cuanto late
(lento fluir de arcilla por la sombra),
un misterioso insecto que alimenta
a la bestia que acecha en lo invisible.
Por eso la clausura cotidiana
deja en el aire surcos de ceniza
mientras crece tu raíz en otro suelo.
Rompe el viento el cristal y las espigas.
Toda certeza el viento la deshace.Abstinencia
A fuerza de ignorarla llega un momento
en que la sed desaparece.
Desde ese día, un deseo soterrado
te somete de manera imprevisible.
Puede ser en la fila central de sala
de cine o en un ambulatorio:
los ojos agrietados, la respiración
rota como un ala de nieve
dan avisos al labio que termina
por beberse sus adentros.
Das media vuelta y acudes crujiendo,
como otoño, a la amargura.
Persigues el porqué de esos terrones negros
que te cubren los párpados.
Una larga lombriz se ha enroscado en tu lengua:
el agua se ha olvidado de tu nombre.Tatuaje
La piel es periferia
de esta ciudad
que arroja
contra el azul
el blanco.Violencia gratuita
Antes de cada puñalada hay una sonrisa:
cae de la boca y queda colgada en el cuchillo.
Sonrisa y acero se adentran juntas en la carne.
Ahora debería decir que me aparto,
que odio esta violencia gratuita
asaltándome cada tanto en la puerta de casa
vestida como una paloma sucia en un dintel.
Pero ya soy un hueco y nada puede hendirse
entre las luces o en el trasiego del viento,
y este hecho llena de impotencia al asesino.Unos brazos abiertos pueden ser un buen golpe.
El poema
La bestia devora al pájaro.
El pájaro era vuelo fulgurante,
sombra azul sobre las tapias blancas;
un brillo de belleza bajo la luz
excesiva de una ciudad que ciega.
La bestia devora al pájaro.
Crujen los huesecillos en las fauces
del implacable cazador airado
que destruye la vida en un instante.
Pero el poema ocurre: un vuelo
levanta ahora la espalda de la bestia
porque un pequeño corazón de pájaro
aletea en el latido del pecho asesino.La tribu
Este el fuego que la tribu custodia
desde el origen; chispa de la palabra
arrojada sobre el centro de la memoria
que el viento propaga por los campos.
Con este fuego se forja la forma
exacta de la herida; perfora la piedra
y, en esa cavidad, incuba el tiempo
las larvas del gusano de la muerte.Este el fuego que alumbra con sus llamas
un paisaje que nace al mirar hacia dentro.Sombras
Has llegado a una esquina de ti mismo.
Cruzaste nebulosas, tiempos, herrumbres
hasta dar con la copa
del árbol más antiguo de tu bosque.
Y ahora que dejas de ser solo carne
para oler a humedad de viejo sótano,
¿ha servido vaciarse, airear las estancias?
Hay una puerta que te lleva al inicio,
al momento anterior a franquear la puerta.
Mejor no abrirla entonces para no detenerse,
para no caminar sin movimiento, sin avance,
agitada quietud de los embriones,
fluido antenatal que la luz desconoce.
La sombra blanca se traduce en penumbra.Lector
Un deseo que devora
y a la vez alimenta
acciona las bisagras
gastadas por el óxido
del tiempo.
Frágil el aire,
la atmósfera lechosa
de tanto hablar a oscuras,
quiere escapar afuera;
iluminar las nubes
con palabras de fuego
anillado a los pájaros.
¿Entiendes el mensaje?
¿Rompe al fin
la sal de tus tobillos el cristal?Nació en Santa Coloma de Gramenet, España, en 1973. Publicó en poesía “Un dios enfrente”, “Mi corazón no es alimento”, “La piel es periferia”, “Tocar arcilla al fondo” y “Hueso”. Fue finalista del premio Ciudad de Alcalá de Henares, en 2013, y ganó el Premio Ciudad de Burgos, en 2016. Es también traductor. Publicó “Mal” y “Penumbras”, del poeta catalán Jordi Valls i Pozo. Coordinó el grupo de poesía visual El Píxel en el Ojo.
Declarada de interés cultural (2014)