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  • La Poesía Alcanza hacia su renovación (I): Agustín Mazzini

    (A mi generación)

    Sólo conocemos el magro óleo
    de venir al mundo con un origen de casa vacía,
    insomnes, en regiones de arpas rotas,
    arrodillados ante los andrajosos nombres de la tormenta.

    Llegamos del infarto de la rosa
    con nuestra ausencia (coro de muros),
    con llagas construidas alrededor de la noche,
    de la mano a ahorcados que pueblan el trébol
    mientras las cosas se oscurecen para tocar su vacío.

    Con nuestras lágrimas afilan gritos,
    nos perdemos en siglos de alhelíes desmoronados.
    Caemos
    desde un ramillete de clavos a una ración de cementerio,
    perros de sombra y sombras de perros nos persiguen.

    Enfermos de escarcha,
    rodeados por papeles inhóspitos
    y conspiraciones de objetos sin nombre,
    nos llaman la náusea de las herencias;
    nuestros padres tienen olor a pólvora.

    En el colegio
    aprendimos la partitura de la hojarasca,
    a lidiar con naufragios de ciegos pergaminos,
    a escalar las fisuras de otros tiempos
    y quemarnos a medida que entramos en un sueño más profundo.

    Entre enjambres de espejos vacíos
    somos cardumen de pianos descascarados,
    arañas tejiendo en las esquinas de los moteles
    a espaldas del derrumbe.

    Al tiempo que crece el insomnio en forma de lienzo débil,
    envejece el latido de nuestra sombra
    y sonreímos
    en este tiempo sin Hombre.

    Nació en Buenos Aires, en 1993. Es uno de los poetas que se hará cargo, próximamente, de la conducción editorial de La Poesía Alcanza.

Declarada de interés cultural (2014)

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