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José Asunción Silva, “encargado de romper con el legado europeo”
Esa es la función que se le atribuye en una recordación de la Secretaría de Cultura de la capital colombiana.
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Guía de lectura en Andalucía, con obras escritas por mujeres
El Instituto Andaluz de la Mujer lanzó para el verano boreal esta propuesta, que incluye a dos poetas de Latinoamérica.
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La poesía respira con preguntas, dice el argentino Boccanera
A 50 años de la publicación de su primer libro, el poeta expresa que su búsqueda siempre empieza de cero.
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La española Gómez, de las cuerdas del violín a las de la poesía
Quien se describe como violinista desde niña, dice sentirse una “intrusa” por su escritura poética y los premios que recibe.
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Las convicciones en el arte son permanentes, dice la chilena Tijoux
La cantante enfoca este tema en un contexto en el que, advierte, hay un avance del fascismo y el racismo.
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Archivo vocal de la poesía española
Se está organizando una base de voces con financiamiento de la Unión Europea. Estará disponible en el próximo otoño boreal.
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María Paulina Briones (Ecuador) / Las horas púrpuras
Poema de los días
¿Quién nos salvará de la cama eterna
de sus hedores turbios y la tierra?
aquí los restos la comida de los días los sudores
de las noches de encierro y agonía
trina un jilguero
el silencio crece
otros ruidos
materiales todos de mi memoria
es el viento que nos atraviesa solitario
un sueño pesado cae en cada cuerpo
la vegetación se expande durante años
penetra en la casa de los durmientes
animales reptantes recorren el asfalto.
Es una determinación la vida entre tanta muerteAbuelos
Abandonan sus sepulcros como pájaros desorientados
un aliento que es el mío los ha preparado para el éxodo
y no sabe el uno que su hijo ha muerto,
el otro piensa en la biblioteca, ahora esqueleto de la memoriaLabores inútiles
El Tiempo me propone las tareas más inútiles
bordar laboriosamente
el horno recibe mis creaciones más sofisticadas
es nuevo el arte de la dificultad
me convierto en la mejor cocinera
elaboro exquisitos manjares
disecciono con la lentitud que ahora me caracteriza
y hago puntos sospechosos con una lana escarlata
me regodeo
¿para quién cocino?
Antes rechacé labores domésticas
me sienta este saber postergado
una guarida nos acoge
escapar ya no tiene sentido
solo la cocción del pan el corte de la cebolla la puntada
precisa
las horas púrpuras se despliegan ad infinitum
cernir el jugo
fin de la utopía
la gran odisea
Soñé con un túnel profundo y ese era el silencio
como un agujero como un hueco oscuro o un vórtice
me esforzaba por captar cualquier cosa parecida a un ruido.Nocturno II
Camino entre las sombras de la noche; llueve escasamente,
y el viento trae los olores de la tierra mojada.
A esta hora elucubran las estrellas
¿Cuál será el fulgor que se apagará primero?
y rondan las libélulas cansadas
y caen algunas hojas secas
y la oscuridad mece la cama que me retiene
Una sola pastilla no es suficiente. Pero luego,
los dragones se encienden
abandonan un sueño milenario
combustionan sus entrañas
Iluminan esta lobreguez y despliegan sus alas.En silencio brotan las llamas que cortan la noche
El sueño se propaga con el incendio.Los pájaros
El guaraguao se desplaza por los cielos azules y observa
no es el único en esta danza de la carroña
se ha elevado el olor de la carne
yace ella debajo de los techos de zinc oxidados
acuna el llanto
la cal guarece
inevitable ver a la muerte
dormir con ella con el corazón menguado
y el estero arremolinado por el aguaje acompasando los olores de los cuerpos
los guaraguaos despliegan sus alas y circundan
el rito es antiguo
tres incendios
la fiebre amarilla
la gripe del murciélago
una ciudad puede morir tantas muertes
hay cadáveres que iluminan el fuego del hogar
y nos aferramos a ellos.Premonición
No son azar los cerros mutilados
o este brazo de mar como inquietante vitral de la noche
estrangulada
es la señal de la muerte que torna las aguas oscuras
y detiene su dialéctica misión de ser siempre distinta
otra
ya nada respira en esta ciudad
ni las palmeras de la necrópolis de mármoles
ni los lechuguines inquietos del río seco
esperamos el milagro de la lluvia con la lengua partida
tememos nuestra muerte en la sequía
irónico fin para los habitantes de un puerto.Para nadar se necesita fe y unos brazos enormes
no se trata de flotar aunque se puede levitar en las aguas
la idea es ir a contracorriente y sortear la fuerza
desmesurada de la naturaleza
de una ciudad pantano.
Una mujer avanza sobre las aguas con la precisión
de un escualo
llega al futuro
isla
remonta las cascadas y retrocede hacia el porvenir
combustiona sobre las aguas
el acto es innombrable aún
se encargará ella de escribirlo.El porvenir las lomas mutiladas
ni un Ceibo sobrevive
espectáculo siniestro de reconstrucción y escombros
los cerros capados crujen los esteros crecen y el agua
siempre el agua dispuesta a cubrirnos con su olvido.
La melancolía se extiende en el asfalto(Nació en Guayaquil, en 1974. Publicó “Tratado de los bordes o la cercenación del estero”, en 2016, obra con la que ganó el concurso de poesía Ismael Pérez Pazmiño. También “Labor de duelo”, en 2022. Es también novelista y autora de un libro de relatos. En 2012 creó la editorial Cadáver Exquisito, que dirige. Trabaja como docente de Literatura en la Universidad de las Artes).