El orgullo de Mikis Theodorakis por el oratorio “Canto General”

La belleza de los poemas de “Canto General”, de Pablo Neruda, atrajo al músico griego Mikis Theodorakis tanto como “la solidaridad con los obreros, con el hombre de la calle y la oposición al fascismo”. Y eso es lo que lo llevó a ponerle música a los textos, declaró el británico Adam Feinstein, traductor y biógrafo de Neruda, días después de la muerte del músico, quien expresaba orgullo por esa obra.

 

   El investigador sostuvo que era sabido que el poeta chileno no expresaba predilección por la música clásica, con la que no lograba conexión alguna, pero quedó muy bien impresionado cuando asistió a un ensayo de las composiciones, en París.

   Mikis Theodorakis, quien murió el 2 de septiembre en Atenas, visitó Chile en 1971, durante el gobierno de Salvador Allende, amigo de Pablo Neruda, y quedó fascinado con “Canto General” cuando, en Valparaíso, escuchó a un grupo de jóvenes que recitaban los poemas.

   Naturalmente, la afinidad ideológica entre ambos creadores fue un factor decisivo para que se concretara el oratorio. Adam Feinstein declaró a la BBC de Londres que ambos eran “muy” de izquierda. “La lucha por la libertad y por la justicia es lo que unió a Theodorakis con Neruda”.

   Tras la visita a Chile, Theodorakis regresó a París y se abocó de inmediato a componer con los poemas de “Canto General”, comenzando por “Amor a América”. Siguieron, dice el informe de la emisora oficial británica, “Vegetaciones”, “Algunas bestias”, “Vienen los pájaros”, “Los libertadores”, “América insurrecta”, “A mi partido” y “Voy a vivir”.

   Al año siguiente, en 1972, Neruda y su esposa, Matilde Urrutia, presenciaron ensayos de “Canto General” en la capital francesa, donde el poeta se desempeñaba como embajador. Esa fue la oportunidad en que se conocieron.

   Feinstein relató que Neruda sintió una honda impresión y pidió al compositor y músico agregar otros poemas. Dijo: “Yo hablé con muchos amigos de Neruda y todos me confirmaron que no tenía ningún oído para la música clásica, le aburría. Es increíble porque su poesía es pura música. Pero a él le gustaba la música folclórica”.

   Concluida la composición y los ensayos, se organizó la presentación en Buenos Aires, ya en 1973. Por entonces estaban en marcha las operaciones estadounidenses que, en comunión con las elites y los militares chilenos, profundizaron las acciones para desestabilizar al gobierno del presidente Allende, hasta el golpe del 11 de septiembre encabezado por el genocida Augusto Pinochet.

   El asalto al poder se concretó en días en que Theodorakis visitaba Venezuela. Poco después, el 23 de septiembre, estando ya en México, le llegó la noticia de la muerte de Neruda.

   Feinstein dijo a la BBC que “el oratorio ha recorrido el mundo. Fue todo un éxito en muchos países y fue un arma política también. Bajo Pinochet no se pudo presentar, por razones obvias. Pero en las democracias, tuvo un amplio público que lo oyó con atención”.

   “Theodorakis siempre estaba muy orgulloso de este oratorio, de haber colaborado con Neruda. Fue un orgullo para los dos”, concluyó.

   Otras obras del compositor griego ponen en evidencia su sensibilidad hacia la poesía, como es el caso de “Axion Esti”, con textos del poeta griego Odysseas Elytis; “La marcha del espíritu”, de Angelos Sikelianos, también poeta griego; y “Lorca, para voz, solo de guitarra, coro y orquesta”, inspirada en “Romancero Gitano” de Federico García Lorca.

   La nota completa, disponible en este vínculo:

   https://www.bbc.com/mundo/noticias-58419324

(7.9.21)