JOSÉ ÁNGEL CUEVAS
Compatriotas
Seguir donde mismo / rodando
sobre el universo
en esta calle sucia y maloliente
no hay ilusiones
el desencantado busca reencantamiento
en el ruido del mar / los árboles lejanos
mujeres semidesnudas
No hay signos de que el Reino de Dios
se haga en la Tierra
ni de retomar el camino al socialismo
deberemos estar así no más
solos, tranquilos
pero no sujetos a esas locuras suicidas
ni ser arrastrados por el arrebato
de los barrios en armas
ni proclamas
Se ha puesto muy tranquila esta calle
tenemos muchos años para descansar
la clase obrera se disolvió / el campesinado
para sí, no existe más
los estudiantes se entregaron al principio
del placer
tenemos muchos años para estar tranquilos
después del alto precio,
casi una vida recibiendo bazofia
en fin,
mi familia ya está grande, de seguro
cada cual partirá por su lado,
quizás este hablante se vaya del país
a pensar
sobre unas montañas mirar el universo
rezar por todos los antiguos compatriotas
o ex compatriotas.
JUAN CAMERON
Fe de ratas
Donde dice amor no debe decir absolutamente nada
basta con las manchas olvidadas por tu lecho
Donde dice libertad léase justicia
léase calor muslo ángel de la guarda
líbrame de las balas locas
Donde dice orden léase hijos de la grandísima
pero léase en la clandestinidad
léase debajo de un crepúsculo
porque el tipógrafo
es un tipo con santos en la corte.
JUAN HUENUÁN
La sucesión del hambre
El hambre de los hijos es un pez oscuro devorando.
Ella quiebra los ángulos de la comarca.
El hambre de los hijos es de piedra con ojos.
Con ojos indagando en los huesos del mundo.
El hambre de los hijos es un canto que apaga luciérnagas.
Un pez oscuro devorando es el hambre de los hijos.
No se asusta en las llamas del croar de la noche.
No sabe de espíritus o demonios convocados.
Su ignorancia es de un metal sin época.
Cofre embarrado que arrastra la edad de los padres.
Fauces estiradas al cuero antiguo de corceles
Como barrigas que reclaman uno a uno sus bocados
o jinete montando la sombra de un dios hambriento.
El hambre de los hijos es un pez oscuro
Devorando la sombra de los dioses.
GRACIELA HUINAO
Salmo 1492
Nunca fuimos
El pueblo señalado
Pero nos matan
En señal de la cruz.
EUGENIA BRITO
Ronda
Ahora comprendo mi piel y mis huesos
el tañido funerario de todas mis canciones
el blanco color opaco de mi espejo
la oquedad de mis sienes.
Yo soy la madre vengo desde la altura
He perdido a mi hijo
y soy su tumba.
JORGE MONTEALEGRE
Alta poesía
Todos los vecinos de mi barrio duermen siesta,
pero hay chicos que golpean puertas fastidiando:
piden pan y no dejan
escribir los mejores poemas sobre el hambre.
ALEJANDRA DEL RÍO
Funda para ti un país de pieles,
azoteas y naufragios
Fúndalo para que calcen tus pies el cosquilleo de las estrellas.
Recoge a tu paso el sabor de sus ciudades
la palabra confusa de sus caminos
y hazte fabricar un traje que te lleve dentro.
Dale a tu país el fruto extraño de una bandera
pues toda esquina merece un ícono
de madera o de metal o del viento de los peregrinos
para que pregonen en las historias un suelo hecho de parches.
Alimenta tu país y da posada al sediento y al vacío
con la vastedad de tu propio cuerpo
siempre estarán brotando recodos desconocidos
gestos de hambre y jirones interrogando
la permanencia de cada segundo, de cada certeza, de cada caricia.
Mantén a los sabios abocados en la tarea de habitar y descifrar
los brazos, las calles y las piernas
los ríos de mieles amarillas, el pájaro carnicero de la boca
y por supuesto el ojo que en cada cosa apoza su marca
el ojo que de cada plaza jamás se marcha.
No edifiques cementerios y confíate duradero pues en tu país
la vida hace pagar caro todo instante recuperado de la muerte.
Y levanta tu país como una torre en el exacto lugar del llanto.
MARIO MELÉNDEZ
Arte poética
Abrígate, Gladys
a Gladys Marín
Abrígate, Gladys
que la muerte tiene los pies helados
y una lágrima en la sien
No bastarán tus rojos huesos para este viaje
ni la saliva de tu corazón
Date trato
que hay lombrices añorando tus entrañas
tus axilas luminosas
tus rodillas que adivinan el país de los enanos
Ve despacio
no te olvides de marchar entre las tumbas
no te canses
y ojo con las hormigas que te deprimen
con aquéllas que presienten tu color desde lejos
tu color sin maquillaje, tus encías de viento
tu cabello enjaulado que crece cuando ríes
compañera de las horas golpeadas
todo vale en esta noche sin orillas
donde la eternidad pasa desclaza entre tus muertos
y tiene hambre de abrazarte
porque sabe que tus gestos resucitan
y se echan a volar sin despedirse
y se pierden en la patria de los sueños
y ya no vuelven
Qué harás ahora sin ti
sin tu esqueleto de pan mojado
sin tus pechos que ladran de orgullo
sin tus sábanas heridas
ahora que la ausencia se desviste para otros
qué harás bajo la tierra sin conocer a nadie
Abrígate, Gladys
y amarra bien tus cenizas por si te arrepientes
(El 11 de septiembre de 2023 se cumplen 50 años del golpe cívico-militar, comienzo de la dictadura que asoló a Chile hasta 1990. En el país, y en otros lugares del mundo, se anunciaron gran cantidad de actividades artísticas para recordar a las víctimas del Terrorismo de Estado y para reivindicar la libertad. La poesía tuvo un lugar destacado en esas acciones).