El español Álvaro Petit Zarzalejos sostiene que tampoco es recurso para buscar la verdad, porque esa es tarea de filósofos.
“La poesía no admite la mentira”, enfatizó durante una entrevista sobre su obra más reciente, “Lograr el amor es alcanzar a los muertos”, publicada por Isla de Siltolá. Su título precedente es “Que aún me duelas”, con el que en 2017 obtuvo un accésit del Premio Adonáis, y con textos referidos a la muerte de su padre que no fueron escritos, avisó, con el propósito de obtener “consuelo”, porque tampoco es esa una tarea que se deba encomendar a la poesía.
Álvaro Petit Zarzalejos nació en Bilbao, en 1991. Estudió historia, comunicación y filosofía, colabora con numerosas publicaciones y trabaja como consultor. Asimismo, publicó la traducción de la poesía del irlandés Clive Staples Lewis (1898-1963). En su espacio oficial declara: “Realmente lo que siempre he querido ser es poeta”.
A propósito de su obra más reciente, José María Sánchez Galera, de la publicación El Debate, le preguntó: “¿Es el amor la verdad que nos lleva a hablar de verdad, y ese modo de hablar de verdad sería la poesía?”
Fue ante ello que expresó: “La poesía no admite la mentira. Un buen poema nunca puede ser mentira; puede ser ficción, no mentira. En el poema no cabe la mentira, si bien tampoco es un artefacto que un señor crea para buscar la verdad. Eso es cosa de filósofos, no de poetas”.
No obstante, explicó, “es un campo en el que uno descubre dimensiones nuevas de las palabras. La poesía sirve para descubrir algo más en palabras que creíamos que tenían un significado único o limitado, y mediante el significado de las palabras, la realidad propia. Porque nosotros estamos hechos de palabras. Pensamos con palabras. Amamos con palabras, sufrimos con palabras, rezamos con palabras, nos enfadamos, odiamos con palabras”.
Agregó: “Sin la capacidad de articular la palabra, no somos nada. Según redescubres el propio idioma y la propia palabra, descubres la realidad, amplías las dimensiones, que es algo que a los filósofos les toca mucho las narices, porque los filósofos viven con categorías y el poeta no. Y un poeta sin matices es un barco sin vela”.
Acerca de la muerte de su padre, muy presente en la obra, aclaró que si bien es “un libro muy doloroso”, no contiene el intento de “emplear la poesía para regodearme en el dolor; ni siquiera para buscar un consuelo que la poesía no puede dar. Sí hay un acompañamiento de la poesía a un proceso personal; primero, de asimilación del duelo, y luego de asimilación de la propia figura del padre”.
El entrevistador citó un verso: “Ahora soy tu muerte y el presagio de la mía”. Zarzalejos expresó que “hay dos pasos definitivos a la madurez”. Uno, agregó en tono humorístico, es pagar impuestos, y el otro “asumir que uno va a morir y que, por tanto, tiene que hacer algo con su vida”.
También le preguntó si se puede tomar como “contracultural” un verso en el que dice: “No te vayas, padre; no aún que te estoy acumulando”. Respondió: “Sí, es lo contrario a Freud”.
La entrevista completa, que abarca otros aspectos del libro, está disponible en este enlace: https://www.eldebate.com/cultura/20230515/alvaro-petit-poesia-no-admite-mentira-buscar-verdad-cosa-filosofos_114327.html