Ángel Pariente (España) / Patria de la belleza

La huella del instante

Existirá un poema
donde el agua ignore los azules
donde el otoño no tenga ya adjetivos
un poema que oculte los eclipses
el ruido de los bosques
el viento entre los árboles
donde cada palabra
diga otro y lo mismo y anuncie el desconcierto
del sol que quiebra la luna temeraria
el silencio del cuadro
palabra del instante que esconde su disfraz
terror y ceremonia en armonía
palabra solar del sosiego y la pausa
ceniza que conoce el fuego
los falsos testimonios la inquietante
patria de la Belleza

Las batallas pendientes

El poema se escribe
con palabras perdidas
sabe de dónde viene
pero no adónde va

Detrás del adjetivo
acecha la barbarie
el inútil progreso
con sus redes vacías

A golpes
a patadas
se esquivan entusiasmos
poesía peligrosa
oculta más que dice
confianza
desorden
y no saber qué pasa

Solitaria y ajena

Yo que cuento las sílabas
de este gozoso oficio,
ascua desamparada
persiguiendo un nocturno
rumor de pormenores.

Y siempre huye de mí
yo que tengo memoria
de las vicisitudes:
apgada memoria
que busca la señal
por donde pasa el tiempo.

Con el dinero de la poesía

Con el dinero de la poesía
compré la ausencia y su magia.
Mi poesía era limpia
venía
de las impaciencias y del desconsuelo,
de la niebla que mata los jazmines,
de la esquina equivocada y del mal tiempo.

La mitad de mi mismo es del otoño
y ni siquiera cambian las palabras.
La memoria incesante
esa sombra
minuciosa y vacía
donde el tiempo envejece.

Súbita poesía y su secreto:
en el fuego apagado
el viento arrastra la ceniza
(sé que estuve allí)
hacia ningún sitio.

Nunca salgo sin mi agenda

Aprendiz de las palabras de la calle
viviendo las palabras
con las que el pescador llama a los peces
la frutera a los frutos
que resplandecen en las mesas del verano

Y también las palabras del silencio
las palabras del músico en la calle
que inventa el universo y sus principios
las del borracho que nada entre sus penas
y vive a la deriva de la vida
las del susurro del vendedor de estampas
las de la prostituta y sus rastrojos
las palabras de la anciana que habla sola
con lágrima y carmín en las ciudades

Palabras y palabras y palabras
iluminan la vida y nombran a las cosas
arrastran la vida y a veces la destruyen

Poesía ¿quién vive?

Poesía ¿quién vive?
Alerta del fin del mundo, cuartel
de invierno, albergue
a cualquier hora, hálito
del presente, brisa
de las Aduanas del pasado,
ciudad bajo las aguas.

Al margen de los libros,
entre nube y diamante,
al alba y la mañana
con temor y temblor, óyeme
con los ojos, mírame
como hijo pródigo, devuélveme
la palabra indecisa, la malgastada
hacienda de mis padres.

(Nació en Gijón, en 1937. En poesía publicó “También a mí me gusta la bella música”, en 1967; “Este error”, 1968; “Ser alguna vez”, 1981; “Los sueños”, 1989; “Oscuro corazón de la llama”, 1996; “Albergue a cualquier hora (Antología poética 1966-2004)”, 2006; y “De provincia”, 2010. Fue también traductor y ensayista. En este campo publicó “Antología de la poesía surrealista”, que incluye a varios autores latinoamericanos. Otras obras se enfocaron en el surrealismo, entre ellas “Diccionario temático del surrealismo”, 1996, y “Repertorio de ideas del surrealismo (de 1919 a 1970)”, 2014. Fue también editor de colecciones de poesía. Murió en Madrid, en 2017).

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *