La poeta y artista plástica dice que el rechazo en referéndum a una nueva Constitución fue un acto de “autoviolencia”.
Cecilia Vicuña, que nació en Santiago en 1948, y que a raíz del golpe de 1973 se fue al exilio, donde militó intensamente contra la dictadura de Augusto Pinochet y sus crímenes, se apresta a exponer por primera vez en su país desde entonces.
Lo hará con una retrospectiva de su obra que se abrirá en mayo en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que entre las piezas en exhibición incluirá “La muerte de Salvador Allende”, el 11 de septiembre de 1973, cuando las fuerzas golpistas bombardearon el Palacio de la Moneda, el palacio presidencial.
Para las y los chilenos, ese día el “mundo se le venía abajo” y ella “vio una imagen” y comenzó a pintar. En la obra, explicó a la agencia española EFE en Nueva York, donde reside, “Chile se transforma en un desierto. Eso es lo que vi, que el golpe iba a traer la desertificación de Chile”, y “eso es lo que está pasando”.
“Vi también una gran gota de sangre que iba cayendo al abismo, al mar”, agregó.
En 1972, un año antes del golpe militar, Vicuña estaba en Londres por motivo de una beca artística. El derrocamiento del presidente constitucional Salvador Allende la sorprendió en la capital británica y pidió asilo político. Allí comenzó su activismo internacional contra el Terrorismo de Estado con el que Pinochet asoló al país.
Cuenta con una obra voluminosa, lo que incluye alrededor de treinta libros entre los dedicados a la poesía y a las artes plásticas. En 2017 publicó “Cruz del sur”, una antología poética. También es cineasta y traductora, y atesora numerosos premios internacionales.
Medio siglo después del golpe, declaró a EFE, Chile aún no se recuperó totalmente del régimen dictatorial y el modelo que impuso en el país, con el arrasamiento de la cultura y su conversión en “una especie de idolatría del dinero y el lucro”, que continúa hasta hoy.
“Lo ves en los museos chilenos, que mantienen una lucha indescriptible para sobrevivir, igual que los artistas. Antes del golpe, un poeta era más importante que un presidente”, explicó.
Respecto de esa herencia totalitaria, que se expresa en el modelo económico y político del país, así como en las artes, Vicuña dijo que Chile tuvo una gran oportunidad de liberarse de ella, con el referéndum de 2022 convocado para cambiar la Constitución ultraliberal que el régimen totalitario impuso.
Sin embargo, la mayoría de los votantes rechazaron el proyecto, en lo que la creadora definió como “un nuevo acto de autoviolencia” de las y los chilenos. El rechazo a la nueva Carta Magna equivale a “un segundo golpe militar” cometido por “la ultraderecha a través de una campaña de desinformación y ‘bots’”.
“Lo que hay que preguntarse es por qué (existe, NDR) esa voluntad del pueblo chileno de ser engañado”.
Aunque fue reconocida internacionalmente y expuso en los museos más cotizados del mundo, Vicuña expresó que fue “marginada totalmente tanto del arte como de la literatura latinoamericana hasta hace muy poco”. La exposición en Chile anunciada para mayo es la primera desde 1971.