Hacía treinta años que no se publicaba poesía chilena en Francia. Fue un gran desafío “respetar las particularidades del texto”.
Laëtitia Boussard y Benoît Santini fueron los responsables del trabajo. La emisora pública Radio France International los definió como “amantes de la poesía de Chile”. Ambos aprecian, agregó, el impacto que la obra de Gabriela Mistral y Raúl Zurita tiene entre las generaciones más jóvenes de su país.
En diálogo con la radio, Boussard dijo: “Nos pareció fundamental volver a proponer traducciones más actuales, que puedan interesar al lector de hoy día”.
En el caso de Raúl Zurita, la obra traducida es “Purgatorio”, su primer libro, cuya primera edición data de 1979 y que fue reflejo de un muy complejo proceso de vinculación con el mundo y consigo mismo. La portada de aquella edición, en efecto, mostró el rostro del poeta con una cicatriz causada por una quemadura que él mismo se había causado.
Santini habló con la radio sobre el reto de llevar los poemas al francés. “El traductor de poesía –dijo- se enfrenta a una serie de dificultades, la concisión formal en particular, y en el caso de Zurita el trastorno sintáctico, el uso de neologismos”.
Explicó que el desafío fue afrontado con la decisión de “respetar las particularidades del texto fuente. Es un trabajo minucioso que nos obliga a dejar reposar el texto para después volver a él y tomar una serie de decisiones. Por eso nos parece importante este trabajo” compartido.
Boussard comentó que “trabajar a cuatro manos es una experiencia muy enriquecedora, porque nos permite cruzar nuestras miradas a partir de un punto de vista, de una postura ‘traductológica’ común; nuestras miradas se complementan, podemos intercambiar, debatir y ponernos de acuerdo. Y también escuchamos el texto. A nosotros nos importa mucho que el texto suene bien en francés. Lo leemos en voz alta, siempre; lo dejamos reposar, lo volvemos a releer. Entonces hay una forma de riqueza que surge de esa complementariedad en el trabajo”.
Ambos traductores destacaron el interés que la obra de Mistral y Zurita genera en las y los lectores de poesía más jóvenes de Chile.
“Los jóvenes reescriben poemas de Gabriela Mistral, como es el caso de Pablo Paredes y de Diego Ramírez, por ejemplo. Es más difícil saber en el caso de Raúl porque sigue escribiendo, está bien integrado en esos medios culturales actuales. Pero su hijo espiritual –que es así como lo denomina- es Héctor Hernández Montesinos”, expresó Boussard.