Pedro Salinas, el poeta aferrado a Alicante

Una sede universitaria de la ciudad de Elche, Comunidad Valenciana, adopta el nombre del poeta de la Generación del 27.

   La decisión fue adoptada por la Universidad Nacional de Educación a Distancia con el acuerdo y la colaboración de Carlos Marichal Salinas, hijo de Soledad Salinas, nieto del poeta, quien participó de la ceremonia, para lo cual viajó expresamente desde México.

   Asimismo, Marichal Salinas cedió a la universidad pública los derechos sobre la obra de su abuelo y dará apoyo a becas de estudio y a un concurso literario en su honor.

   Pedro Salinas nació en Madrid, en 1891. Realizó estudios literarios en La Sorbona. Se instaló en París con su esposa, Margarita Bonmati Botella. El matrimonio se trasladó después a Sevilla. Publicó su primera obra de poesía, “Presagio”, en 1923.

   Desarrolló una actividad académica intensa y en 1932 conoció a una estudiante estadounidense, Katherine Whitmore, y se enamoró de ella. Se abrió una relación que luego pasó a ser platónica, pues la mujer regresó a su país, aunque estuvo en Santander en el período académico 1934-1935. La esposa de Salinas descubrió la relación, a lo que se atribuye un intento de suicidio. Whitmore puso fin entonces al vínculo con el poeta aunque, también profesora de literatura, recurría a los poemas de amor de Salinas que, al menos en parte, estaban inspirados en ella.

   Con la instauración de la dictadura franquista, Salinas fue desplazado de sus actividades universitarias y se fue al exilio a Estados Unidos, lo que reabrió la posibilidad de relación con su ex alumna, que ya se había casado. Más adelante, el poeta se reconcilió con su esposa.

   Al dar cuenta de la decisión de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de dar el nombre del poeta a su sede en Elche, la periodista Cristina Martínez recuerda en Información definiciones de Salinas en una carta a su esposa, durante el exilio, en el que daba cuenta de su aprecio por Alicante, a raíz de vivencias y experiencias de juventud en Santa Pola, El Altet y Torrevieja.

   Escribió: “Todo el mundo lleva, en lo más secreto de sí, una afinidad misteriosa con un determinado paisaje o aspecto terrenal. El mío es el de Alicante (…). Y me parece que uno de los castigos que me podía imponer la vida es no volver a ver ese horizonte”.

   Durante el acto, el filólogo Jesucristo Riquelme presentó “Pedro Salinas. Sigilos de amor y aventura universitaria”, trabajo editado por la universidad sobre la obra del poeta y ensayista, su labor educativa y una recopilación de textos.

Cuando permaneció en una finca rural de El Altet, dice el artículo, Salinas escribió “La voz a ti debida”, “Razón de amor” y “Largo lamento”, títulos destacados en el conjunto de su obra.

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