La Puebla de Montalbán, provincia de Toledo, ofrece funciones teatrales bajo tierra, en cuevas antiquísimas, que conforman una formidable red.
Las representaciones requieren adaptaciones especiales por el espacio, la luz disponible, una duración acotada respecto de un escenario convencional y una cantidad de asistentes que oscila entre 20 y 30.
La programación forma parte del festival “Celestina, la España de Rojas”, en recordación del escritor Fernando de Rojas, que nació en La Puebla de Montalbán en 1465 y murió en Talavera de la Reina, en 1541. Escribo “La Celestina”, tragicomedia sobre Calisto y Melibea, obra que algunos críticos ubican en una zona intermedia entre la novela y la pieza teatral, por la profusión de diálogos entre personajes. Además, Rojas fue un jurista que estuvo muy activo en Talavera de la Reina.
La Puebla de Montalbán es una localidad pequeña de Toledo, en la comunidad de Castilla-La Mancha. Según datos oficiales de 2021 cuenta con unos 7.800 habitantes, en descenso en comparación con 2011.
Su actividad económica principal es la agricultura, aunque en el presente las autoridades procuran promover el turismo mediante el atractivo especial de su red de cuevas, que se presume era una sola, interconectada, cuando fueron construidas, aunque el avance de la urbanización fue cancelando algunas de ellas, o cerrando el paso a la circulación.
En el verano boreal de 2022 la localidad pudo recuperar las funciones presenciales, después de las cancelaciones forzadas por la pandemia. Así, se organizó el festival para los últimos días de agosto, como informa El Diario.
En un artículo de Fidel Manjavacas, la publicación incluye declaraciones de Berta Herrero, del Museo La Celestina. En las cuevas, explicó, “cambia el olor y el ambiente. Estás tan cerca de los actores y actrices que puedes tocarles con la mano. No tenemos la butaca de los teatros pero te metes en la obra sí o sí”.
Se trata de “una experiencia que se tiene que vivir al menos una vez en la vida”.
A pesar de que se realizaron relevamientos, el Ayuntamiento no se siente en condiciones de precisar cuántas cuevas siguen abiertas en el caso histórico de la localidad.
El artículo agrega que las cuevas presentan unas perfectas arquerías de ladrillo de medio punto junto con bóvedas de medio cañón y están formadas por una serie de galerías comunicadas entre sí, pues se piensa que cuando se construyeron todas conformaban un sistema interconectado.
Obras del teatro clásico, “La rebelión de las mujeres”, “El bufón”, “Los enanos” y “El retablo de las maravillas” figuran en la programación. La recaudación, informa El Diario, se destina al mantenimiento de las cuevas, así como a pequeñas compensaciones para los artistas participantes.
Acerca del origen y la historia de esta gran red subterránea, Herrero declaró que “algunos propietarios creen que se usaban como despensa, pero no puede ser ese el uso inicial que tenían, pues algunas son más grandes que las propias casas. Tampoco hay documentación de las cuevas. Pensamos que son clandestinas y la teoría es que los judíos bajaban allí a practicar sus ritos. Luego, en la Guerra Civil, se usaron como refugio, pues se han encontrado restos de balas”.
El artículo completo, que trae otros detalles sobre este prodigio, está disponible en este vínculo: